LOS CINCO AÑOS

-Hola, ¿Como estás?

-Bien, muy bien gracias a Dios.

-Ha pasado el tiempo ¿no?

-Sí y ¡cómo ha pasado!

-¿Ya cumpliste los cinco años?

-No, me faltan seis meses de tratamiento.

-Ahhh...¿recuerdas a Marcia?

-Si...¿por qué?

-Porque ella, al igual que tú, se veía muy bien,estaba trabajando en el colegio y de pronto antes de cumplir los cinco años, se enfermó y murió super rápido. ¡si nadie la quería creer!

-Y ¿a qué viene eso ahora?

-No, nada...es que me acordé.

-¡Mira tú!

-Si tú pasas los cinco años estás al otro lado.

-¡plop!

El médico habla de los cinco años, la gente opina de tener que pasar los cinco años.

¿Cuándo le pudieron límite a mi vida?

Acaso no ven que yo vivo un día a la vez?

A estas alturas veo a marzo de 2009 como el borde de un presipicio,y estaré allí, parada en la orilla, esperando...siempre esperando si remontaré el vuelo o caeré al vacío.

¡Estoy arta, cansada, aburrida de que todos piensen por mí, de que lleven los días contados en una mano, cuando yo solo vivo un día a la vez.

El médico dirá una cosa, la opinión popular dirá otra, pero sé que es Dios el que tiene la última palabra. Yo solo pienso en ese refran que dice:" Nadie se muere antes" Por eso yo hago lo posible en todo esto y Dios hace lo imposible.

En este blog haré un resumen de lo que ha pasado durante estos cuatro años y medio, desde marzo de 2004, día de la operación, aunque la verdad es que esta historia empezó ocho meses antes, en julio de 2003, pero en ese entonces nunca pensé que el cáncer sería mi compañero habitual durante los años que me venían. Estoy aquí para compartir con ustedes mi historia, como una terapia, como un recordar de donde vengo y hacia donde voy. Lo que escriba en este espacio será la más pura verdad porque ¡yo lo viví! y quizás así pueda volcar mi corazón en mil palabras y decir de esta manera lo que mi boca ha callado durante tanto tiempo.

Isaías capítulo 38:

En aquellos días cayó Ezechîas enfermo para morir. Y vino á él Isaías profeta, hijo de Amoz, y díjole: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque tú morirás, y no vivirás.

Entonces volvió Ezechîas su rostro á la pared, é hizo oración á Jehová.

Y dijo: Oh Jehová, ruégote te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezechîas con gran lloro.

Entonces fué palabra de Jehová á Isaías, diciendo:

Ve, y di á Ezechîas: Jehová Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y visto tus lágrimas: he aquí que yo añado á tus días quince años.

Y te libraré, y á esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y á esta ciudad ampararé.

Y esto te será señal de parte de Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho:

He aquí que yo vuelvo atrás la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Achâz por el sol, diez grados. Y el sol fué tornado diez grados atrás, por los cuales había ya descendido.

Escritura de Ezechîas rey de Judá, de cuando enfermó y sanó de su enfermedad.